Escuela de música de nueva planta
Concurso

Volumétricamente, el proyecto se concibe como un prisma rectangular pétreo, del que emergen dos volúmenes blandos, tanto desde el punto de vista formal, como en lo que se refiere a su acabado: frente a la arista viva, la curva; frente al acabado pétreo, la madera.

Al interior, un patio de planta trapezoidal articula las circulaciones, y organiza los diferentes espacios a su alrededor. El patio y un gran cilindro que es la sala de conciertos son los espacios principales de la nueva escuela: círculo y diagonales, referencias al trazado del parque, del que el proyecto es prolongación inevitablemente. La irregularidad del patio permite organizar espacios de diferentes dimensiones, para dar cumplimiento al variado programa de necesidades, al ofrecer una crujía de profundidad variable.

Una crujía estrecha reservada para el alojamiento de servicios en el lindero sur de la parcela -apoyada en el Zelaieta Zentroa- alberga aseos y espacios de almacenaje, además de las comunicaciones verticales, que se resuelven con una escalera y un ascensor de generosas dimensiones (1,30m x 2,05m), el cual cumple simultáneamente la función ocasional de montacargas, a lo largo de todo el edificio.

Asimismo, se ha dado importancia a los espacios de acceso y distribución, concentrándolos en lo posible al generar circulaciones radiales, de forma que se optimice su dimensionado sin generar conflictos por la circulación de los alumnos en los momentos de mayor demanda, y sirvan a su vez como espacio de relación.